Hablamos de novelas de vacaciones

Palmira Peláez Fdez.  

ppelaez@valdepenas.uned.es

Las vacaciones de verano llegan a su fin, y siempre se ha considerado esta época del año como esa en la que el tiempo se aprovecha para hacer otras cosas, como puede ser ponerse al día con las lecturas; así cada verano se ofrecen novelas con las que deleitarse.

Cuando hablamos de novelas de vacaciones lo más habitual es pensar en literatura para disfrutar en esos días de asueto. Sin embargo, últimamente surgen narraciones que no solo estimulan a viajar con la imaginación, sino que estas son ubicadas en espacios físicos que ellos mismos invitan a su visita.

¿Quién no ha ido a Roma y la ha recorrido con las instrucciones de alguna novela?

No es raro visitar Roma, como decimos, siguiendo la narración de Santiago Posteguillo, conociendo toda la Roma Imperial tras la apasionante lectura de Los asesinos del Emperador[1]. Y no podemos olvidar la taquillera obra de Dan Brown Ángeles y demonios[2], llevada al cine con el mismo título[3] y cuyo argumento policíaco sin base real, totalmente de ficción, incita a visitar Roma. Cómo no buscar “detalles” en el Vaticano, en el Castillo de Santangelo, apreciar mucho más las esculturas de Bernini y Borromini, disfrutar de Miguel Ángel o Rafael… y de otros muchos bellos lugares descritos en esta obra.

Federico Moccia, en Tres metros sobre el cielo[4] introduce la moda de poner un candado en el puente del rio Tíber con la promesa de amor de la pareja que visita Roma. Esta moda, posteriormente, se trasladó a otros puentes de otras ciudades.

Si en vez de novela, hablamos de cine y Roma, Vacaciones en Roma[5] con Audrey Hepburn y Gregory Peck, y esos míticos paseos en Vespa por la Fontana de Trevi, la Plaza de España…

Pero no siempre la invitación de las novelas es a visitar el extranjero. Dolores Redondo nos describe el Valle del Baztán, de una manera tan fascinante que es difícil resistirse a una visita.

En sus novelas El guardián invisible[6], Legado en los huesos[7] y Ofrenda a la tormenta[8] sitúa a la Inspectora Salazar, y los hechos que esta peculiar policía debe investigar, en un paraje idílico que no solo empuja a visitar por su patrimonio natural, sino que también lo hace por el relato de sus costumbres, por su historia y por sus leyendas.

Si la lectura de estas novelas no es suficiente para animar a visitar la zona, estas historias han sido llevadas al cine y ahí ya no cabe duda de que entre nuestras próximas propuestas de rutas se encuentra el Valle del Baztán.

Las vacaciones de verano de este año, dadas las circunstancias sanitarias existentes, han sido para viajar con la imaginación, gracias a los libros y las películas; las próximas serán para disfrutar de esos lugares de ensueño: el Valle de Baztán, La Mancha de El Quijote y otros tantos lugares de nuestra geografía reflejados en tantas novelas, nos están esperando

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[1] Posteguillo, S. (2011), Los asesinos del emperador. Editorial Planeta. Barcelona.

[2] Brown, D. (2017), Ángeles y demonios. Editorial Planeta. Barcelona.

[3] Howard, R. (Director) (2009), Ángeles y Demonios (Angels & Demons) [Película], Estados Unidos, Columbia Pictures, Imagine Entertainment.

[4] Moccia, F. (2008), Tres metros sobre el cielo. Planeta. Barcelona.

[5] Wyler, W. (Director) (1953), Vacaciones en Roma (Roman Holiday) [Película], Estados Unidos, Paramount Pictures.

[6] Redondo, D. (2013), El guardián invisible. Editorial Destino. Barcelona.

[7] Redondo, D. (2013), Legado en los huesos. Editorial Destino. Barcelona.

[8] Redondo, D. (2014), Ofrenda a la tormenta. Editorial Destino. Barcelona.