Cáncer de mama y beguinas: historia de mujeres luchadoras



Palmira Peláez Fdez.  

ppelaez@valdepenas.uned.es


Este próximo lunes, 19 de octubre, se conmemora el día mundial contra el cáncer de mama, y esto se hace por dos motivos: el principal, recordar a toda la sociedad la necesidad de la lucha contra este cáncer, la investigación y la importancia de la detección precoz; y en segundo lugar para demostrar el apoyo a todas las mujeres , (y algunos hombres, porque aunque poco habituales, también hay casos) que luchan por vencer ese cáncer, esas que cuando les dan la noticia de que tienen un tumor maligno y tras esa aterradora noticia, se recomponen en la silla y dicen: “venga, y ahora qué hacemos”.

Porque esta mala noticia desborda a todo el entorno de la mujer (y sin él sería mucho más difícil salir adelante) pero ha de ser, y es ella la que, sorprendentemente, inicie la lucha.

Y es que la Historia de las Mujeres es una historia de lucha, ya sea esta con posturas beligerantes, y encabezando ejércitos; o desde una vida contemplativa y destinada al cuidado y ayuda de los más vulnerables, como las beguinas de quienes hablaremos ahora; o la mujer anónima con cáncer de mama que lucha fundamentalmente, contra ese monstruo de su interior.

Beguinas, esas primera religiosas o feministas o como quiérase adjetivar, pero sobre todo mujeres luchadoras e independientes que optaron por consagrar sus vidas para el cuidado de los desfavorecidos; y todo esto sin depender del hombre o del poder eclesiástico.

Nuestra oportunidad de conocer a las beguinas ha sido de la pluma de Mario Escobar y su obra El espejo de las almas. Este autor sitúa su trama en un beaterio, donde tiene lugar una sucesión de crímenes, actualmente diríamos que a manos de un asesino en serie, cuya investigación se pone en manos de “Una mujer excepcional” … “la mejor para descubrir cosas ocultas” … la hermana Martha que “un día subirá a los altares o la quemarán en la hoguera” (Escobar, 2020: 44), porque la hora fue lo que aconteció a algunas de estas beguinas –Margarita Porete–, bajo la acusación de herejía. Con la excusa de estos asesinatos, nos descubre cómo eran los beguinajes y cómo vivían estas mujeres, al margen de la dominación masculina, razón por la que fueron perseguidas.

Los beaterios que surgieron en el siglo XII, y se establecieron en su mayor parte en los Países Bajos, pero también los hubo en Bélgica, Francia e incluso se ha constatado la existencia de alguno en Mallorca, fueron pequeñas ciudades dentro de la ciudad. En ellos vivían estas mujeres, en casas individuales y se dedicaban al ejercicio de una profesión, algunas de las cuales ejercidas exclusivamente por hombres fuera de la ciudad. Eran mujeres laicas pero consagradas a Dios, aunque sin seguir ninguna regla monástica ni hacer votos; el medio para llevar a cabo la palabra de Dios en la tierra era a través de la oración, sin intermediación de ningún religioso, y la dedicación hacia los más necesitados: pobres, prostitutas, niños abandonados, madres solteras, etc; por ello, los beaterios se formaron en torno a los hospitales, capillas, leproserías.

El mantenimiento de estas era en comunidad; y no tenían, porque no lo necesitaban, bienes y su sustento, y de los que protegían y atendía, lo obtenían con su trabajo, limosnas y dote. Principalmente el fenómeno de las beguinas o beatas fue propio de aquellos sectores sociales cuya dote no les permitía el acceso a una orden religiosa pero querían vivir una vida cercana a Dios. Razones estas, por otra parte, que les hicieron deudoras de la animadversión de quienes no pudieron controlar su misoginia. De una parte, porque en el beaterio se enseñaban los oficios a las niñas, como deuda para que estas pudieran labrarse un porvenir, con lo que los gremios las vieron como una amenaza; por otro, las órdenes religiosas y la Iglesia, que vieron cómo las donaciones que iban a parar a los beaterios, les eran disminuidos a ellos.

Centraron sus actividades en la enseñanza de las niñas, así sorprende el gran número de escritoras que existe entre ellas: como Margarita Porete, autora de El espejo de las almas simples, Matilde de Magdeburgo y su obra Luz fluyente a la divinidad (Fernández, 2014: 7).

Todo esto fue lo que les granjeó las denuncias de la Inquisición –con acusaciones de herejía y brujería–; la persecución de algunos Papas –Urbano V y Gregorio XI– si bien otros, como Juan XXII las apoyaron; y del poder civil: durante la Revolución Francesa se prohibieron y confiscaron sus pertenencias (Fernández, 2014: 10).

En el Concilio de Vienne, en 1310, aunque no llegaron a prohibirse los beaterios, se pusieron en tela de juicio estas comunidades. Estas se mantendrían hasta el 2013, en que fallece la última beguinaMarcelaPattyn–.

Cabe preguntarse, si habría cambiado algo la Historia de las Mujeres si el papel desempeñado por estas, en el inicio de los beaterios, se hubiera mantenido…

Os animamos a disfrutar de esta novela histórica y a leer más sobre las beguinas…

  

Para leer más:

Escobar, M. (2020). El Espejo de las almas. Barcelona: Ediciones B.

Fernández Diez, R. (2014). ¿Por qué no sobrevivieron lasBeguinas al siglo XXI? VI Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres. Asociación de amigos de Jaén, 12 pág.

Grana Cid, M. M. (2018). Vivir la vida celestial: caridad y acción social en Beguinas y Beatas (siglos XIII-XV). Estudios eclesiásticos, vol. 93, núm. 366, pp 511-550.

Imagen:   https://percano.mx/blog-percano/cancer-de-mama-la-mastectomia-menos-invasiva-es-segura/


Comentarios

  1. Las beguinas mujeres interesantes, pero desconocidas, las primeras feministas que surgieron en la edad media, hay que hablar de ellas para saber la importancia de su labor en esa época.
    Muy interesante Palmi.

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  2. Efectivamente, como indicas, hay que hablar de ellas y dar a conocer la labor que realizaron en esa época.

    Gracias por leernos

    Palmira

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  3. Gracias, Palmi, por esta lección de historia de las Beguinas y por la aportación documental para su puesta en valor y su conocimiento.
    Las mujeres muy pocas veces han sido objeto de estudio en los libros de historia, deseo que de ahora en adelante esto cambie, me consta que están apareciendo publicaciones muy interesantes en este sentido.
    Dar a conocer el papel de la mujer, más allá de su rol de hija, madre y esposa, ayuda a todos, no solo a las mujeres. La sociedad necesita de personas que hagan de este mundo un lugar mejor donde vivir y las mujeres han aportado y aportan cada día su granito de arena, como el que más.

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  4. Teresa, muchas gracias por tu aportación.
    Como tu bien sabes, las mujeres son/somos las olvidadas de los libros de historia.
    Así que, en la medida de nuestras posibilidades, trataremos de visibilizarlas.
    Gracias por comentar
    Palmira

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