Sobre las noticias que nos hacen llegar

Palmira Peláez Fernández

ppelaez@valdepenas.uned.es 

Hace unas semanas amanecíamos con unas noticias alarmantes, en los medios de comunicación, sobre la “invasión” (https://elcorreoweb.es/opinion/columnas/nos-esta-invadiendo-marruecos-KX7303408) de España por parte de marroquíes.

Pero cómo nos van a hacer pensar que un bebé que, viaja a hombros de su madre, a punto de ahogarse; de unos niños, de no más de 8 o 10 años, que se abraza a quien le socorre; de los jóvenes que, pese a la valentía que da la edad, les delatan los ojos que no pueden esconder la incertidumbre de lo que les espera.

En fechas más recientes, igualmente a través de los medios de comunicación, se nos informaba de unas declaraciones realizadas por el Ministro de Consumo sobre la necesidad de reducir el consumo de carnes (https://www.eldiario.es/economia/alberto-garzon-pide-espanoles-coman-carne-perjudica-salud-planeta_1_8112232.html), esto era debido a dos consecuencias: en primer lugar, los perjuicios que tiene su consumo sobre la salud de las personas directamente, y, en segundo lugar, por la degradación que las macrogranjas provocan en el medio ambiente.

Una solución más efectiva habría sido aconsejar llevar una dieta equilibrada, ante el primero de los problemas; y para el segundo, reducir las concesiones de apertura de estas macrogranjas que, efectivamente, degradan el medioambiente y, por ello, los vecinos de las localidades donde se intentan implantar protestan ya que deterioran su ecosistema en general (tierra, fauna, aguas).

A colación de este tipo de noticias e intervenciones queremos aludir a la importancia de la o las palabras, una herramienta que permite expresar nuestro pensamiento; pero las palabras también tiene la fuerza de dar a conocer y de convencer. Por ello la necesidad de un uso adecuado de estas palabras, sobre todo, cuando son medios de comunicación.

Invito a visualizar este interesante programa sobre el uso y buen uso de la palabra: Las palabras de Emilio Lledó, más necesarias que nunca